La Séptima M, Francisca Solar (Viseversa #1)

LA SEPTIMA M
Francisca Solar
278 páginas
Montena, PRH
{goodreads}

Sophie, está terminando de trabajar cuando es interrumpida por unos golpes en la puerta. Se trata del prefecto Carlos Urrutia, quien viene a comunicarle que le ha llegado una misteriosa carta, emitida por un tal Miguel Hidalgo, doctor en el pueblo de Puerto Fake, al sur de Chile. Una extraña serie de suicidios han estado ocurriendo en los últimos dos meses. Cinco personas ha muerto, y nadie sabe nada. Las autoridades lo omiten, los familiares lo ignoran y nadie se ha atrevido a tocar el caso pues se evita a toda costa que la noticia salga. Urrutia quiere dejar esto en manos de Sophie, pues ella es la experta en muertes, pero le aconseja que no intenté averiguar nada, sólo servir de apoyo. No se tiene mucha información, y esto lo sabe Cal, un paparazzi que logró escuchar la conversación confidencial del prefecto con la forense, pues para beneficio suyo, la videoconferencia que había tenido con Sophie se había quedado abierta, y a través del micrófono se ha enterado de todo. Cal trabaja en una revista que trafica fotos morbosas, por consiguiente ha logrado reunir fotos del primer suicida, pero más importante aún: su nombre, que se mantenía en un misterio. Éste soborna a Sophie y le propone que le dará el nombre de esta persona si ella acepta llevarlo a Puerto Fake, para así poder hacer con más fotos. A ella no le queda más que aceptar, pues Cal recopiló otros datos interesantes que podrían servirle para la investigación. Aquella misma noche la mujer recibe una llamada, Marco Feliciano se contacta con ella para solicitar sus servicios, pues él también ha recibido la misteriosa carta. Desgraciadamente para Sophie, tendrá que mantenerse bajo las ordenes del hombre, pues él es el detective, y a diferencia de ella, el mensaje de auxilio llegó directamente a sus manos.

El periodismo exagera en intrigas y conspiraciones, pero entre lineas siempre hay algo de certeza.

Supongamos que mi subconsciente incontrolable se llama... Celeste ¿ya? ahora una explicación. Azul va a la biblioteca, Celeste tiene que acompañarla porque es parte de ella, y siempre está ahí, dentro de su espacio personal. A veces la sigue como si fuera su sombra, otras veces se queda atrás mirando algo que le llamó la atención, en fin. Van a este pequeño lugar en aquel pueblito olvidado por la mano del gobierno y el municipio, una habitación del porte de un baño, con exactamente dos estanterías de literatura adulta-juvenil. Azul tiene una enorme lista de libros para leer durante las vacaciones, de hecho ya está leyendo dos de ellos. Pero Celeste, impertinente como sólo ella puede, y curiosa como nadie más, se pone a mirar los libros y, oh, parece que han traído novedades. Celeste: ¡Mira! Azul: No lo haré. Celeste: Pero la portada brilla... Azul: Nope. Celeste: Es de una autora chilena. Azul: Que bien. Celeste: ...es policial, uh, con un toque paranormal Azul: Lalalalala Celeste: La sinopsis dice... Azul: No oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado. Celeste: Bienvenido a Puerto Fake donde nada es lo que parece... Azul: ¡Ya, está bien, lo llevaremos! Celeste: ¡Yay! En serio fue así. Lamento la patética historia, pero un buen libro merece una historia digna de ser contada, aunque esta no era demasiado digna... ¡La carne es débil!

Viajan a Puerto Fake, un lugar que no figura en los mapas y se encuentran con lo descrito en la carta; nadie está dispuesto a soltar información, así que deben ingeniearselas entre ellos. La tarea resulta difícil, pues los tres personajes tienen un carácter de los mil demonios, y a penas pueden soportarse entre ellos. Marco es un cabeza dura, pero está al mano de la situación, por lo que se posiciona como el hoyo del queque, o sea, que nadie se atreva a contrariarlo o queda fuera de la investigación.

Hace tiempo que no leía algo policial-paranormal, digo, aun estoy metida con Sherlock, pero no es lo mismo. Aquí la historia va más allá de una mera investigación, aquí es más difícil jugar a los detectives, porque, al igual que sucede con las novelas de Conan Doyle, se necesitan varios conocimientos previos. Hay un trabajo en equipo que cuesta, pero sale a la luz en más de una ocasión, y aquí es cuando el humor aparece pues, siendo Marco un sarcástico con tendencia homicida (exageradamente hablando) y Cal un sarcástico con tendencia a exasperar, sus personalidades chocan y Sophie queda como la mediadora. Me reí bastante, y sirvió para aligerar la lectura, pues el comienzo parecía denso y que nunca se aflojaría.

Su mirada daba cuenta de un gran movimiento sináptico, calzando y ajustando pistas que no estaba dispuesto a compartir. (...) Moría por saber qué teoría estaba maquinando.

Hablo de policial-paranormal, porque el misterio que invade este pueblito abandonado no es algo que pueda descubrirse encontrando pistas abajo de piedras, es un poco más complicado de eso, casi psicológico. Pero no les diré nada porque merecen ustedes ser los descubridores. Las cartas, me atrevo a decir, están bien jugadas y es la primera vez que me encuentro con una historia así.  Además de todo esto, hay algunas incógnitas que rodean a nuestra protagonistas, y tengo entendido que se sabe más acerca de ello en el segundo tomo. 

Hubo un pequeño detalle que no me gustó. A veces se hacían referencias un poco rebuscadas, que, supongo, la autora tenía conocimiento, pero habían también coartadas a las que llegaban los personajes y que no se explicaban, pues se suponía que el lector debería completarlas. Y no eran pequeños obvios detalles, a veces eran cosas un poco abruptas. El final tampoco me convenció demasiado, tal vez fue demasiado pronto, narrado como si fuera "obvio", algo simple. Aún así fue un buen final, pero pienso que pudo ser mejor.

En conclusión, La Séptima M, es un misterio de lo grande, narrado con humor, seriedad y también algo de angustia. Tuve la mala suerte de tragarme un spoiler que me privó algo de esto, pero no deja de ser una aventura emocionante que merece definitivamente ser leída.

Azul