Hola, gente, de nuevo acá con una de las secciones más abandonadas del top... (¿cuántas secciones tenía el blog?) en fin.
Hoy hablaré acerca de Laura Gallego García (1977), una autora española, nacida en Valencia que ha escrito y sigue escribiendo libros, en la mayoría de los casos en mundos épicos-medievales creados con sus propias leyes. Multiple ganadora del premio Barcos de Vapor, Laura ha logrado posicionarse entre los autores más influyentes de la literatura juvenil en español, principalmente conocida por la trilogía Memorias de Idhún, y diferentes sagas y libros autoconclusivos.
Pero no vengo a hablar de su vida ni de sus logros (aunque ya los mencioné), sino de lo que actualmente su nombre produce en las personas que no la han leído: EXPECTATIVAS.
He visto, sobre todo últimamente, gente que nunca ha leído a Laura, incursionarse en sus fantásticos mundos con todas las ganas de la vida. Por que seamos sinceros, es una autora súper popular, la J. K. Rowling de España; casi. Las opiniones que se pueden encontrar de sus libros en diferentes medios sociales serán en un gran porcentaje: positivas. Sobre todo si se trata de la trilogía Memorias de Idhún, una de sus obras más emblemática y con más seguidores. Lo que se habla de Laura son puras maravillas, pero yo vengo con mi contraposición; para aquellos que no la han leído y desean hacerlo, y también para aquellos que sí la han leído y se han llevado un mal sabor de boca.
Laura Gallego García es de mis autoras favoritas en la vida, pero está increíblemente sobrevalorada al igual que sus libros (no sé si todos, porque no he acabado de leerlos aún).
Resulta que para mí, La Resistencia, Memorias de Idhún #1 es uno de los libros más aburridos que he leído de ella, porque además de ser increíblemente predecible, tiene clichés del porte de un buque, que por aquellos años (2004) eran, en serio, la originalidad misma. Así que no la juzgo para nada. Aún así a cualquier lector recurrente, que me afirme que está enamorado de ese libro, en serio no se la compro, porque creo que no es un buen libro, sobre todo si tienes más de doce años.
Mucha gente, ya más o menos joven-adulta, ama esta trilogía, porque probablemente fue la que le abrió las puertas al mundo de la lectura, o bien tuvo un gran impacto en su vida, y está bien, porque probablemente la mayoría tenía por lo menos seis años menos que ahora cuando leyó el libro. Probablemente si algún lector nuevo (sobre todo si es pequeño) quiere incurrir a la lectura y siente que Harry Potter aún es demasiado, lo mejor es entregarle Memorias de Idhún. Por que si bien, Harry Potter lo puede leer cualquiera, a cualquier edad, para mí, La Resistencia, si no la leíste de pequeño no se puede esperar gran cosa de ahí, porque es una narración súper infantil, con una trama del mismo peso.
¿Entonces, por qué, oh, por qué todo el mundo ama tanto a Laura?
Porque ella escribe lo que se le planta la regalada gana, y con el corazón.
Y, Azul, ¿por qué, oh, por qué a pesar de esto es una de tus autoras favoritas?
Por el simple hecho de que sé con que me voy a enfrentar cuando leo a Laura.
Cuando tú vas y te da por leer a Paulo Coelho, sabes a lo que te vas a atener. Quiero decir, un libro de autoayuda, lleno de mensajes poco inspiradores con frases y refranes indios, mexicanos y chinos, Entonces, no esperas nada diferente, y si por casualidad te llegas a encontrar con algo fuera del tópico común de sus libros, te llevas una agradable sorpresa, aunque el libro siga siendo malo. Con Laura, pasa algo parecido (pero no lo mismo, let me explain). Cuando leo sus libros, sé que probablemente me voy a topar con una narración más infantilona, con uno que otro tópico, con falta de desarrollo aquí, y exceso de desarrollo acá, o al menos eso me ha pasado casi siempre que la leo. Entonces cada vez que me da por leer alguno de sus libros sé a que atenerme y las sorpresas son enormes cuando encuentro cosas que me sorprenden, valga la redundancia. Y es genial, porque para leer a Laura, tienes que dejar de ser un joven-adulto criticón, una persona que busca errores siempre. Para leer a Laura tienes que volver a ser un niño o niña que lee un libro tocho por primera vez, dejarte llevar por lo clásico, por los tópicos (los buenos tópicos) y por la elegancia de los pequeños detalles que le presta a sus mundos. Para leer a Laura tienes que dejar de buscar, y esperar. Para leer a Laura te tienes que relajar.
Con esto obviamente no estoy diciendo que no puedes odiar a sus personajes o el libro en sí, pero mucha gente se espera demasiado de esta autora y la lee lista para atacarla a la primera oportunidad, pero para leer a Laura hay que ir con los brazos, la mente y sobre todo el corazón abierto, porque no se trata de ver desde arriba como vive el personaje, sino de estar a su lado acompañándolo en sus cavilaciones y aventuras, porque para mí, Laura no escribe intentando ser un nuevo éxito (y si que lo logra siempre), ella escribe para el que esté dispuesto a leerla más allá de lo físico.
Soy súper cursi con esta autora, porque siempre he pensado que las personas la leen injustamente, haciéndose altas expectativas respecto a sus libros, cuando se trata de todo lo contrario. Si tú, lector, quieres disfrutar su historia, tienes que dejar que ella te guíe y hacerte a la idea de que con sus libros no es el fin ni el medio lo que realmente importa, sino el mensaje. Y a veces sus medios son eternos, y a veces sus finales apresurados, pero, si sabes a lo que te atienes es muchísimo más fácil seguirla en el viaje.
Esto lo he aprendido con años de leerla. La Resistencia no es la gran maravilla, yo odié a la personaje principal y descifré todos los misterios antes de llegar a la mitad del primer libro. Creo que es súper horrible crucificarla, pero también es muy hipócrita besarle los pies sólo por el hecho de que todo el mundo la encuentra magnifica, y con esto voy a otro punto:
Si Laura no te gusta a la primera, tal vez lo haga a la segunda o a la tercera. O quien sabe, con ella siempre hay que intentarlo de nuevo.
A mi me pasa mucho con ella, pero sé que también pasa bastante con John Green y otros tantos autores más, sólo que, a ella no la defienden mucho, creo yo, y sería genial compartir una sincera y pulcra opinión con alguien respecto a sus libros, alguien que la comprenda como escritora y no la juzgue por su estilo.
Básicamente la cosa pinta así: si tienes demasiadas ganas de leer a Laura porque has oído en todos los idiomas como le halagan la pluma y cómo sus libros son pura belleza, lo mejor es que esperes a que se te quiten las ganas, TE ASEGURES, y la leas cuando estés relajado, porque no sólo se trata de esta autora y sus obras, sino la de cualquiera. Por que leer un libro por como se ve y por lo que dicen de él, es como juzgar a una persona sin conocerla, sea en el buen o mal sentido.
¿Literatura platónica? Tema para otra reflexión, quizá.
Azul