Cortázar y Gaiman para gente (y días) triste(s)

9.12.17


Hay tantos libros como personas para cada uno de nosotros. A veces, por ejemplo, pareciera que no pertenecemos a la familia en la que hemos nacido, que la gente que compone ese pequeño (o gran) circulo no fue hecho para nosotres y nos llegamos a sentir mejor estando con amigos, o con la familia de alguien más, incluso a veces puede pasar que un amigue de siempre de repente se sienta totalmente ajeno a nuestra vida y si bien hay amor y cariño, de alguna manera las cosas ya no son lo que eran. Sin embargo, de una u otra forma encontramos, finalmente, gente que encaja, quizá no permanentemente, pero sí en los momentos adecuados, con lo que somos y lo que hacemos. Somos piezas de rompecabezas que van cambiando porque así es la vida, y si bien los libros no cambian, sí tienen diferente sentido para nosotros a medida que vamos tomando formas diferentes, y si un libro no te encanja a la primera, probablemente más tarde lo hará, o puede que nunca, no sé si tomamos todas las formas que pueden existir en el espectro de formas existentes, a veces unas duran más que otras, pero en conclusión cada cosa en su lugar y cada cosa a su tiempo.