Charlotte Brontë
294 páginas
Editorial Andrés Bello
Cuando a penas era una bebé, Jane Eyre quedó sola en el mundo. Sus padres habían muerto y quedó al cuidado del hermano de su madre quien la adoraba como si fuera otra de sus hijos, hasta que él también falleció. Finalmente y sin mucho gusto, terminó bajo la crianza de su tía viuda, acompañada de sus primos. Ahí creció, bajo la sombra de una familia que la despreciaba y la trataba como cenicienta, hasta que cumplió la edad suficiente como para que la mandaran a un internado de caridad para que aprendiera modales y actuar acorde a la sociedad opresiva de la época. Aunque no la pasó tan bien, estaba alejado del rencor de su tía y con un futuro nuevo que aprovechar. Ocho años más tarde, Jane había crecido y madurado, podía dejar el internado y ejercer como la institutriz en la que se había convertido.