Amanda Palmer | 2015
274 páginas (ebook)
Turner publicaciones
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Amanda Palmer es cantante y compositora; artista, mujer, estatua humana, esposa, madre y casi todo lo ella se sienta capaz de ser. Cuando termina la universidad definitivamente no quiere ejercer como se supone que debería, y en vez de buscar un "trabajo de verdad", se viste de novia, se sube a un cajón en Harvard Square, Cambridge, y se queda inmóvil, con el corazón encogido, observando como la vida pasa a su alrededor. Su montaje consiste en entregar flores por cada cosa (dinero, cartas, botones, más flores o lo que sea) que le dejen en su sombrero y así mantener el "regalo" en circulación, porque el verdadero regalo está en el acto del intercambio.
Con su nuevo y particular trabajo, Amanda aprende lecciones que la acompañarán el resto de su vida, donde el fantasma de la novia la atormentará cada vez que que se sienta sola, perdida, triste, confundida, o simplemente cuando el caparazón de carne y huesos no resista tanto como lo haría una estatua.
El arte nos obliga a abrirnos. El personaje violento de una película nos refleja como un espejo oscuro; los tonos de una pintura hacen que miremos al cielo y veamos colores nuevos; lloramos a un amigo muerto cuando inesperadamente nos llega por las ondas de la radio aquella canción olvidada que nos gustaba a los dos.
Antes de comenzar a hablar de este libro, quiero invitarlos a que vean el siguiente vídeo; es acerca de la charla que Amanda dio en TED; charla que lleva el mismo nombre que este libro y servirá un poco de introducción para lo que quiero comentar.
Si pido ayuda, no soy lo bastante. Si pido ayuda, soy débil. No es de extrañar que muchos ni nos molestemos en pedir. Hace demasiado daño.
No es lo que uno le dice a la gente, importa más lo que uno hace con ellos. Y no es tan importante lo que uno hace con ellos como la forma en que una está con ellos.
Estuve mirando un par de reseñas y comentarios en Goodreads acerca del libro. Me centré en los negativos porque son esos los que quiero debatir, y es que en más de una ocasión se usaron palabras como narcisista o ególatra para referirse a Amanda y me molestó muchísimo. No puedes criticar a un libro autobiográfico por hablar constantemente del autor, no tiene ningún sentido, porque es la gracia. Ella se quiere a sí misma, valora su trabajo y cree en impacto que tiene el arte en las personas, porque su arte ha impactado personas por lo tanto está en todo el derecho de sentir que lo que hace es bueno y valioso. Si ser narcisista es tener un autoestima alto y seguridad en lo que se hace; cariño, todos deberíamos ser unos malditos narcisistas (pero ser narcisista ni siquiera es eso). Amanda no es novelista, no escribe fantasía y por lo que es injusto criticar su estilo narrativo, cuando lo de ella es escribir canciones. O sea, pueden comentarse los aspectos de éste, pero de ahí a crucificarla por no ser una maldita Slash de las letras, es una ridiculez abismal. La historia es un cáos, pero ella misma también lo es, contando extractos de su vida por aquí y por allá... no le hace ningún mal al punto de todo lo que narra. La trataron también de falsa, de contradictoria, de qué dice cosas que luego no practica, habían comentarios que recordaron aquella vez en donde Amanda dijo o hizo no sé que cosa y luego descaradamente hizo o dijo no sé que más. En el libro se habla de La Policía Antifraude, un nombre que le ha asignado ella a esa vocecita nuestra que nos dice que no somos capaces de hacer algo, que lo estamos haciendo mal, que no somos lo suficientemente buenos. Pero a veces esa vocecita no es sólo nuestra, a veces es un grito colectivo de gente que no tiene nada mejor que hacer que juzgar a un ser humano por actuar como ser humano.
La Policía Antifraude es ese ejercito imaginario y aterrador de los adultos "de verdad" que, en algún nivel subconsciente, crees que van a llamar a tu puerta en medio de la noche y te van a decir: -Te hemos estado observando y tenemos pruebas de que no tienes NI IDEA DE LO QUE ESTÁS HACIENDO. Se te acusa del delito de improvisarlo todo sobre la marcha, eres culpable de inventarte las cosas según va conveniendo, en realidad no te mereces tu trabajo, te lo vamos a quitar y SE LO VAMOS A DECIR A TODO EL MUNDO.No estoy defendiendo a Amanda Palmer como cantante, la estoy defendiendo como persona, porque se equivoca, porque siente, porque piensa y porque como artista, sobre sus hombros carga con una gran responsabilidad que sólo es posible alivianar con empatía por parte de nosotros. No, no estoy diciendo que hay que aguantarle todo, pero una cosa es criticar lo que está diciendo o haciendo desde cierto particular punto de vista, con argumentos y con ánimos de discusión pacifica y otro es tratarla despectivamente desde el rencor, el odio y la incomprensión.
Para concluir, antes de que se me vaya la olla. El arte de pedir es un libro que me vino como anillo al dedo y me ha hecho cuestionarme muchas cosas. Pedir no está mal, siempre que haya un intercambio en el que ambas partes estén de acuerdo en dar lo que estimen conveniente. Recibir ayuda de quienes nos quieren tampoco es un pecado ni nos vuelve personas inútiles y dependientes, dejarse ayudar es una muestra de que confiamos lo suficiente en otro como para caer en su red. También me hizo sentir menos sola e incomprendida, porque resulta que La Policía Antifraude nos persigue a todos y no sólo a mí. Algunos logran callarla, a otros los tienen presos y quizá algunos tiene una relación pacifica. Pero su existencia es un hecho, y está bien saberlo para saber como combatirla. Sí, recomiendo totalmente la lectura de éste libro e invito a hacerlo sin juzgar más de lo necesario, vale la pena y como dije antes, da esa sensación de que un desconocido te está contando los mejores episodios de su vida.Todo el mundo improvisa sobre la marcha en mayor o menor medida, de esto podemos estar bastante seguros.Tanto en el mundo del arte como de los negocios, la diferencia entre los aficionados y los profesionales es sencilla:Los profesionales saben que improvisan sobre la marcha.Los aficionados fingen que no.
Azul.
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Hola!!!La verdad es que...tiene muy buena pinta... llámame rara pero nunca había oído hablar de Amanda Palmer me ha parecido muy interesante su trabajo. Este verano va a mi lista de libros para leer. ( si quieres puedes pasarte y echar un vistazo a mi blog: http://elrincondemetis.blogspot.com.es/ es muy muy interesante jaja y puedes seguirme es GRATIS jiji) Un besito !! :D
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