Shirley Jackson | 1962
222 páginas
Minúscula
{goodreads}
La mansión Blackwood está escondida en un bosque embrujado. Mary Katherine Blackwood se ha encargado de colgar amuletos por todos lados para proteger a lo que queda de su familia del resto del mundo, porque el resto del mundo se ha comportado con ella de forma poco amable y no merecen ningún tipo de protagonismo en esta historia, pero aún así lo tienen.
La mansión Blackwood está escondida en un bosque embrujado. Mary Katherine Blackwood se ha encargado de mantener a todos sus habitantes a salvo de los males del exterior, Mary Katherine Blackwood está haciendo lo correcto, Mary Katherine Blackwood está protegiendo a su hermana mayor Constance y al tío Julián, que no hace más que contar historias. Mary Katherine Blackwood pasea por su bosque embrujado dejando amuletos por todos lados para mantener a los monstruos afuera, para mantener a su familia a salvo.
Partimos esta historia sabiendo que algo anda mal, Merricat es un personaje peculiar, no encaja en el cuadro soleado que ella misma pinta, y luego tampoco encaja en su casa, y tampoco encaja con su querida Constance, entonces todo el rato sabemos que ando algo mal, pero no sabemos qué.
Es Merricat la encargada de llevarnos por los diferentes espacios de su historia, y Merricat es una narradora bastante entretenida, suspicaz, con un salvajismo magnético, y también un poco sádica; como las hadas, encantadoras y mordaces. Con ella el ambiente es siempre cálido, verde, luminoso, Constance hornea y el cielo es azul, y ese sentir contrasta con el hecho de que todo el pueblo profesa un desprecio por la mansión Blackwood y sus habitantes, pues están seguros que los sobrevivientes están directamente implicados con la muerte del resto de la familia.
No es sólo este escenario de constante pasividad lo que causa una primera inquietud, además del misterio de la familia Blackwood y los acontecimientos que rodean a la muerte de una buena parte de sus miembros, la inestable Merricat y la forma en que se relaciona con su medio, levantan grandes incógnitas y refuerzan la idea de que las cosas no están bien. Constance con su extrema alegría y entusiasmo por todo a veces parece un método de contención para quizá otro tipo de problemas internos, el misterioso tío Julián que vive con las secuelas desde la muerte de su familia... Pronto, sin embargo, la perturbadora tranquilidad de los moradores de la mansión Blackwood comienza a resquebrajarse con la aparición de personajes nuevos que llegan a mover los cimientos del castillo.
Recuerdo que me detuve en las escaleras de la biblioteca con los libros en la mano y me quedé mirando un momento el verde apenas insinuado en las ramas con el cielo de fondo y deseé, como siempre, ser capaz de volver a casa volando en vez de por el pueblo.Hola qué tal, nos volvemos a encontrar. Muchas cosas han pasado entremedio de esta entrada y la primera parte (x) una de esas cosas es que recientemente me leí otro libro de la Sra. Jackson y además me vi la serie basada en dicho libro y como que me motivé y vine pa'cá a hablarles de esta historia y de porqué tienen que leer todo lo que haya escrito Shirley, así que aquí vamos.
Partimos esta historia sabiendo que algo anda mal, Merricat es un personaje peculiar, no encaja en el cuadro soleado que ella misma pinta, y luego tampoco encaja en su casa, y tampoco encaja con su querida Constance, entonces todo el rato sabemos que ando algo mal, pero no sabemos qué.
Es Merricat la encargada de llevarnos por los diferentes espacios de su historia, y Merricat es una narradora bastante entretenida, suspicaz, con un salvajismo magnético, y también un poco sádica; como las hadas, encantadoras y mordaces. Con ella el ambiente es siempre cálido, verde, luminoso, Constance hornea y el cielo es azul, y ese sentir contrasta con el hecho de que todo el pueblo profesa un desprecio por la mansión Blackwood y sus habitantes, pues están seguros que los sobrevivientes están directamente implicados con la muerte del resto de la familia.
No es sólo este escenario de constante pasividad lo que causa una primera inquietud, además del misterio de la familia Blackwood y los acontecimientos que rodean a la muerte de una buena parte de sus miembros, la inestable Merricat y la forma en que se relaciona con su medio, levantan grandes incógnitas y refuerzan la idea de que las cosas no están bien. Constance con su extrema alegría y entusiasmo por todo a veces parece un método de contención para quizá otro tipo de problemas internos, el misterioso tío Julián que vive con las secuelas desde la muerte de su familia... Pronto, sin embargo, la perturbadora tranquilidad de los moradores de la mansión Blackwood comienza a resquebrajarse con la aparición de personajes nuevos que llegan a mover los cimientos del castillo.
Caminábamos por el campo abierto, que ese día parecía el océano, aunque yo nunca había visto el océano; la hierba se agitaba con la brisa y las nubes oscuras iban y venían y los árboles se mecían a lo lejos.Hay muchas cosas bien interesantes en este libro, para empezar, el terror de esta historia nunca lo vivimos nosotros como lectores, de hecho podríamos preguntarnos en qué momento llegan los sustos, cuándo aparecen los fantasmas, los demonios, las personas poseídas, qué se yo; pero jamás llegan, porque el infierno que se desata sólo lo viven los personajes que están en paz y luego ya no. El constante hostigamiento por parte de externos y la obsesión de la gente común que llega a invadir el espacio ajeno que alguna vez Merricat creyó proteger, desata todo lo terrorífico de esta historia. Sucede entonces, que vemos como el castillo comienza a caer y la impotencia de las hermanas Blackwood reflejado desde distintos aspectos, como la angustia, la tristeza, la rabia y la violencia. El terror entonces, no viene desde el instinto del miedo y la sorpresa, sino que de una imposibilidad de mantener el control que alguna vez se tenía sobre lo propio; el terror viene desde la idea que esto podría ser una historia real.
Shirley Jackson es seca porque aborda el terror desde lugares donde olvidamos que está, igualmente lo hace en su novela La maldición de Hill House (para otra entrada) y también lo hace Mariana Enríquez en sus cuentos de Los peligros de fumar en la cama (x). Yo soy nuevita en esto, recién estoy leyendo cosas que se catalogan como terror y me he encontrado con este lado "amigable", que me llena la cabeza de monstruos que sí conozco bien, de monstruos que a muchos nos acechan pero que a veces se visten de cordero, monstruos como la injusticia, como la falta de empatía, la falta de amor, y la falta en general... creo que despierta ese tipo de tristeza que sentimos en la realidad, cuando nos deprimimos por lo horrible que es el mundo, pero relatado sutilmente en menos de trescientas páginas.
Siempre cuesta expresarse cuando algo te cala mucho, me es difícil no ser ambigua y también me es difícil no exagerar lo genial que es este libro porque evidentemente no lo será para todo el mundo, pues los intereses y las penas que sentimos son diferentes. Además, me he dado cuenta que la gente lee a Shirley Jackson tratando a veces de encontrar a Stephen King, pero por lo que a mi me consta, es mejor buscar a Neil Gaiman, y ni tan así, pero para que se hagan una idea. Reitero finalmente, que este no es un libro para asustarse, es de esos libros en donde uno tiene que dejarse llevar y dejarse querer. O algo así.
A ver si me saco una tercera parte por debajo de la manga, me gustó esta cuestión. Pero weno, nos estamos leyendo querides.
A ver si me saco una tercera parte por debajo de la manga, me gustó esta cuestión. Pero weno, nos estamos leyendo querides.
Azul
***
***
En primer lugar, reconozco que soy una petarda pero me parece mucho más bonita la portada de la edición de 2017 frente a la que traes tú de 2013. Sí, lo sé, son prejuicios, pero a todo el mundo le gusta tener en su estantería libros bonitos y a mí me gusta mucho más la nueva edición.
ResponderEliminarTransmites entusiasmo y confieso que me lleva llamando la atención este título unos meses, pero en un par de ocasiones me he animado a comprar Minúscula, y no me han entusiasmado (aunque sí gustado) y, la verdad, con el precio tan alto que tienen respecto al número de páginas, y sumando que ahora estoy mucho más selectiva y no me acaba de convencer, no creo que vaya a llevarme este ejemplar en la librería.
Lo sigo dejando pasar.
Besos.
uff, si de portadas hablamos, gana por mayoría la del 2017, no tengo nada que decir xD
Eliminarpucha, la verdad es que aunque no te convenza del todo con este libro, ojalá tengas la posibilidad de darle la oportunidad a Shirley Jackson porque es sequísima <3 quizá no con este libro, pero sí con sus cuentos, o cualquiera de sus otras novelas (no las he leído todas pero estoy segura de con buenas jaja), no sé cómo no podría gustarle a alguien la verdad xD
¡Hola! Ayyyy, por fin encuentro un reseña de uno de mis libros favoritos de todos los tiempos :3 A mí también se me hace difícil no exagerar cuando hablo de "Siempre hemos...", lo que pasa es que es sencillamente genial la forma en que Jackson manejó el miedo. Me saco el sombrero ante Merricat, es un personaje increíble. Uno de mis preferidos, sin dudas. Coincido totalmente con tu opinión sobre la forma particular del terror en este libro. No es el terror ordinario, es mucho más íntimo, si se quiere. Me alegra que te haya gustado el libro. Besos y gracias por tu reseña.
ResponderEliminarme gusta el concepto de "terror intimo"; lo usaré en mi reseña de La maldición de Hill House si no te importa <3 me alegra saber que también te gustó tanto porque no había recibido nada de feedback desde que lo leí y Shirley Jackson es alguien que da para hablar! Es un libro de sensaciones extrañas, Merricat es magnifica, y el efecto que se consigue con ella narrando e interactuando con todos me encanta con pasión, difícil de describirlo, porque hay que leerlo xD
EliminarGracias a ti por pasar a comentar <3